Son muchas las personas que en nuestra ciudad se dedican de una u otra manera a la bella tarea de escribir, imaginar mundos, poemas, personajes y lugares y pasarlos al papel. Hoy 13 de Junio, día del escritor, compartimos algunos poemas de escritores y escritoras locales:
Por la Tarde Volví a Caer – Fran Venencia
Mientras creí estar de nuevo
Y aunque tal vez y solo tal vez
Fingía estar entero
Verme deshecho en dos tiempos
Tiempos de ahora y los que fueron
Recuerdos desprendidos en la tarde
Que empecé a ver lejos
Y no creer que volabas corriendo
Solo sucedía perderte para siempre
En dos tiempos,
Salí a fumar y pateando
Volví al sitio de algún funeral
Y siendo árbol volví a secar
Lo único que quedaba en el momento
El abrazo que no te di
Y el llanto de un sauce cubriéndome el cielo
La acción de frenar mi tiempo,
No salgas huyendo
Son malas decisiones
Tenía todo
Cuando dejaba morir a mi espalda
Solamente Tú – Máximo Ramón Murúa
Tuve que escribir tu nombre en una nube
No demasiada alta, diferente, inconclusa
Expresión por donde sube
Mi sueño hacia la huella de tu mente.
Tu mente es el camino y lo detuve,
Para evitar tu miedo sorprendente.
Con el que pude hacer de tu pecado mi presente
Mi pasado fue ayer y muy herido hoy,
Quiero probar la altura de tu pecho
Porque todo pasó sin ser pedido
Y todo volverá porque fue hecho
Tu nombre es camino en cada trecho
La vida es una sola me dijo un vagabundo
No la dejes escapar ni siquiera por un segundo
Cuchillos y Rosas – Sandra Ávila
Si dijese
que entregarme a ti
es como tejer un pedazo
de cielo nadie creería
porque hablar de cielos y soles
ya son objetos gastados, pero
¿Cómo explicar esta ola
de amor y de viento
que siento cuando te veo?
NOSTAGIA – María Ysabel Moreno de Czeronka
Era una simple aldea
perdida entre montañas,
con arrullos muy suaves,
con trinar de calandrias,
jilgueros y zorzales …
Con música de brisas
con siestas muy soleadas,
de veranos ardientes
primaveras suaves
otoños somnolientos …
despertaba al influjo de cálidas
campanas,
que en fecha patronales
a misa llamaban
y por calles de tierra,
de veredas muy altas
los pocos pobladores,
a orar se congregaban.
¡Oh Santa Rosa antigua!
Dónde ha quedado oculta
la tibia mansedumbre
de los días de aldea …
Dónde está la floresta
preñada de murmullos …
Dónde el cántico alado
Dónde están los perfumes
de jardines repletos de
Nardos … de violetas …
De lirios y azucenas …
Dónde está
esa campana querida de la escuela
que en las claras mañanas
o en las plácidas siestas,
envolvía la aldea con sus cálidas notas,
que el eco devolvía con risas y palomas …
Todo ha quedado oculto
en aras del progreso,
Enmudeció la brisa …
las aves se alejaron,
y las calles de tierra
y las veredas altas, hoy,
son sólo un recuerdo
cargado de nostalgia …
Ya Santa Rosa ostenta perfiles ciudadanos
Ya mira con orgullo
de frente al porvenir…
Ya palpita al influjo de nuevos ideales…
Ya despliega sus alas …
Ya empieza a remontar …
Solo el río, en el centro,
testigo del pasado,
la ciñe con ternura y
dulzura paternal …
Y en las cálidas noches
O en las tibias mañanas,
el pueblo se recuesta
buscando soledad,
y en sus quietas orillas
con limo de nostalgia,
se miran y se unen
en fraternal abrazo,
la aldea y la ciudad.
VIDA Y MUERTE – Roberto Molina
Un día la Vida quiso morir, cuando se cruzó con la Muerte, recordé lo lindo que es un café caliente a la mañana, aroma a tostadas
el calor del sol en la piel de la mañana,
le recordó lo maravilloso que es una ducha caliente,
la sonrisa de la vieja
y el consejo del viejo,
la guerra de almohadas con los hijos,
la borrachera con los amigos,
un orgasmo con besos y sin reloj,
una canción elegida llena de magia
que trae a la memoria las risotadas que acalambran la panza,
los pies en el río en verano …que placentero
y el culo cerca del hogar en invierno,
recordé ese guiño inspirador de confianza,
la complicidad de una mirada,
esa puteada que descarga
y ese «te amo» sincero,
lo raro que es no saber a dónde ir
la Vida en vano no dio esos instantes reflexionó
Alzó la frente, esbozó una sonrisa y sigo latiendo…
¿si esa Vida es la tuya?
RECUERDOS – Roberto Ternavazio
Los llevo conmigo
perfume de infancia
mi piel los rescata
y los deposita
cruel perseverancia.
Rebelde adolescencia
Siluetas felices
Desfilan perfumadas
Alternando caídas
Que vuelven reales
A los tiempos grises.
Castigos del alma
Siempre de pasada
Éxitos mundanos
Que bañan nostalgias.
Y pasó la vida
Acaso casquivana
Como en cuentagotas
Ofrendando días
De dulces encuentros
Lejanos, brumosos
Pero siempre vivos
Empapados, vivos,
De melancolía.
A veces excelsos
a veces castigos
excretas y flores
todo en remolino
siempre recordando
que son solo míos.
RENDIDO – Florencia Barros
Como enamorado que desoja los pétalos de una flor,
El reloj rosa descontaba sus horas.
Disfrutó… ¿disfrutó? las primeras brisas primaverales…
¡Qué heroico!
No quería soportar la luz,
El renacer
Prefería…o eso creía…los tonos apagados
La palidez, lo áspero.
Sus ojos no lo demostraban.
Entre tanta desesperanza, miedo
Y aceptada locura,
Remolinos inquietos de miles de versos bailarines
Rondaban sus párpados,
Casi como una molestia.
Nunca se animó a danzar con ellos,
Prefirió apagar aquella forzada sonrisa.
OJALÁ – José Badía
Los genes que están insertados
desde los tiempos Iejanos
con tristes signos de maldad,
dentro de poco desaparecerán
en los seres humanos
Ojalá así sea… ¡Ojalá !
Flagelo de guerras destructoras
que relataron los historiadores,
por carecer de justicia y sentido
quedarán perdidos en el olvido.
Ojalá sea así… ¡Ojalá !
Trayendo sueños dorados
brotarán los gérmenes dormidos
a fin de cultivar en el mundo
los bellos ideales que el hombre
eternamente ha preferido
Ojalá así sea… ¡Ojalá!
COMENSAL – Daniel Dadourian
Dejo antes de entrar
estas alas de reposo sonámbulo,
un poco de aliento, los ejércitos de un latido,
las manos apretujando fuertemente un adiós
y la sangre del dedo
al pincharme con el rosal.
Dejo afuera de la casa estas cosas
porque no es bueno que me inviten a cenar
y cuando esté en la mesa
me ponga a repartir soledades
como si fueran panes
para el hambre.
Si alguna vez – Susana Quintana
Para Helvio
En la dársena del tiempo sin olvido
amarraré mi amor
No fondearé las anclas.
No
tal vez la plácida marea
de constelaciones fulgidas
arrastrará mis sueños redimidos
Medusa de cristal
transparentando estrellas.
Habrá un celage de cometas
hambriento de palabras, silencioso,
sesgando los espacios de mi alma.
No veré la nada ni lo oblicuo
No
solo el rutilante destello de tu amor
Quieto
Manso
siempre.
POEMA I – Olga Agosti de Molinero
Trae el tiempo la mortaja de los hombres,
el arsenal raído del destino.
Hiende su mano acompasada de horas,
en la carne, prostíbulo del alma.
Como un cuervo, le aplasta la mandíbula
desencaja las fibras y las cuelga
en el andamio de los siglos.
Y el hombre en vertical acomodado
se arrellana de luz, sin ver la sombra.
Y es la nube gozando entre la lluvia,
sin saber que su muerte es lo que llora.
ES TARDE – Lidia Gonzalez
Si no hubiera muerto en el tiempo
Estaría sostenida por el umbral
del sol saliente…
allí donde las blancas olas
del mar insolentes me llevaría
el embravecido viento
por la corriente el bravo oleaje,
donde el ruido ensordece
en la inmensidad azul
cubriendo con su manto
de blanca espuma las cristalinas aguas,
cayendo en la playa fría
donde se abre el camino
hacia la ría inerte de presagios
sin aliento corriendo le vendría
al encuentro de mi cuerpo inerte
donde hace frío en la playa
donde nacen las piedras
donde nace el viento
donde nace el silencio.
POEMA I – Fernando Madera
En la atmósfera del cuarto
ha retornado el aroma a café
deambula por las calles
en febrero
En este cuarto congregados
Asistirán al mismo sitio
regresarán en otro tiempo
Como participes
de un juego indescifrable
entre los dioses
LEJOS – Amanda Morel
Las conciencias de los doctos
amordazadas con títulos y diplomas
y entre oníricas incertidumbres
tu valle azul con el “puente colgante”
dejándose mecer sobre las piedras del rio y la luna
siempre la desnuda musa entrando por la ventana
hasta hacer espejar toda tu niñez
en la lumbre de su casa.
ALFONSINA, MUJER – Elsa Bonetto
Alfonsina, glicina en la mirada
reír sabor a miel
Surcada su vida, de sueños, de amor, de
…y de células…
Camina hacia el mar.
No debe volver
mira hacia la costa
su pie ya no se moja, en la ola rota.
Acaso reciba la carta que piensa.
Acaso le llame su hombre de siembra.
¡Mas no debe volver !
¡Sus células crecen !
¡Su vuelo es tan alto !
Estoica es su alma,
de arcilla sus arrugas,
trabajo del pánico que ella ya no oculta.
Todo progresa…su pena
las células…las olas
que la cercan como rejas.
¡Ella escapa !
pone su pie de ceniza
en la arena dorada y movediza.
Sus alas iridiscentes
de mariposa suiza
aletean su muerte.
Ella lo sabe, lo acepta,
…y su pie, sigue…¡penetra!
da vuelta su cara
y no ve a su hombre,
…ni siembra, ni vida…
…ve el camino…
ve muerte…¡ sólo ve su meta
SIEMPRE ESTUVO A TU LADO – Adrián Federico
Para Mamá
Con mucho AMOR y CARIÑO
Mujer
Mujer que eres dueña de las eras, de todas las épocas…
Que has sido trabajadora incansable, buscadora de sueños, jefa de tu propia vida.
Que siempre has sabido ser femenina, a veces sencilla, otras veces culta, idealista…
Que sabe cómo reinventarse…
Tú sabes cómo agregarte edad y como quitártela,
Sabes que la vida contigo siempre fue dura, pero has sabido hacerte valer, has sabido intimidar, y hacer de alguna manera lo que el corazón manda…
Sabes dar amor, pero también te haces respetar…
Eres única cuando te enojas, pero también cuando ríes y regalas al mundo una sonrisa inolvidable, siempre sin pedir nada a cambio…
Eres… eres simplemente mujer, eso es lo que importa.
LA ERA DE LA FELICIDAD – Eduardo Carrillo
Cuando el mundo recobre
para siempre la memoria
cuando se entierren
definitivamente los odios
cuando quien esté a tu lado
sin conocerte,te salude
cuando consigamos recuperar
algo de la inocencia abandonada
cuando le demos a cada cosa
el valor real que posee
cuando esto se logre viviremos
en la edad de la felicidad
Golpean mi puerta – Carola Ferrari
Ya están acá, hacía tiempo los esperaba. Mi casa andaba calma, acompasada por el vaivén sin tiempo. Les abro apenas y ellos pasan, se apoltronan en mi living, huelen mis flores. Se saben dueños de mi vida. Y sí, me son familiares, ¿para qué mentirles?
“Los estaba esperando”, les digo procurando no me tiemble la voz, “se tardaron”, los provoco, en definitiva creo que disfruto del terror que les tengo.
Ellos se ríen, veo el brillo en sus labios sin dientes, veo la ironía en sus rostros de sombra y ya no logro sacar una palabra, la garganta se me paraliza y yo los miro, intentando únicamente sostenerme en mis rodillas que comienzan a flaquear.
Quisiera dejarme vencer, abrazada a mis temblores, llorar de terror, gritar del espanto. ¡han vuelto! ¡han vuelto! No me permito gritar, ¡no seas tan niña!, me reto y me pienso un roble y así, rígida y altiva los miro de reojo.
Ellos están intactos, sudan el mismo olor a sangre y la melodía a madrugada los acuna en un grito sofocado. ¡No van a vencerme! Mis cuerdas se sueltan como las de una vieja guitarra, me duele y prefiero el silencio, mis cuerdas se entregaron; parecen niños temerosos.
“No vinimos por ti”, me dicen y sus carcajadas detienen la noche. Se ríen los malditos, se ríen a montones. Lloran de la risa cuando mi alma se arrodilla a pesar de mi cuerpo, se ríen cuando ven mis lágrimas a pesar de mis ojos secos. Se ríen porque saben, se ríen porque no hacía falta suplicar ni pedir ni llorar. Saben, conocen mis certezas.
Sin internet. – Helvio Moroni
No sé qué pasará
esta noche
Sé que ya, es bueno
¡Porque estamos vivos!
Tengo conmigo a mi perro…
¿Qué más?
Pero no sé,
tal vez sea mejor
no tengo internet
quizás sea mejor
Solo es mío tu corazón
Y
y el calor de tu aliento
a mi lado.
Y allá, leyendo
una pared de sentimientos dulces.
plena de imágenes tiernas
y mariposas de colores.
BUSCA LA MUJER – Gabriel Paschetta
Vienen y van los senderos
de las mujeres y hombres
caminos de sinsabores,
crecientes vuelos y amores
y por saber como sigue
la mujer busca en el hombre
la esperanza de lo sublime
y busca el hombre en su hembra
la presencia firme de estirpe
y marcan la huella al futuro
paso de impronta y mantienen
sus logros y sus pesares
como los niños exhiben
sus limpias pieles de sangre
Y busca la mujer el lugar
para exaltar sus tibiezas
en los nombres, oradores,
manejadores de su época
que hicieron mella en sus labios,
en sus callos, en sus ojeras.
Y busca la mujer el paso
de lo exultante en su tierra
pues vio como le mataron
los sueños eternas guerras
y pasaron por sus pechos
hilos de arterias candentes
niños que fueron hombres
para saber defenderla
Y busca la mujer su impronta
a veces en una estepa
también en los recovecos
de las miradas ciertas
que le ocultaban sus hijos
y les mostraban miserias
Busca la mujer ser cresta
de un sistema que eyecta
la clara piel de su rostro
y su andar liviano y gacela
busca parir su especie
y dotarla de una esencia
que no pretenda el avance
de las más negras tormentas
Busca y encuentra
la mujer de esta tierra
su dote está asegurada
en los estigmas que tanto
provocaron en su afrenta
suspirar para afuera
y los brazos bajar de pena
Busca la mujer y encuentra
porque nunca piensa en ella
piensa y actúa por ellos
por los que forjan la tierra
y hacen de este mundo incierto
una esfera de manos abiertas
ARTEMISA II – Valdir Peyceré
Tal vez porque estaba predispuesto
a no encontrarte
a buscar tus flechas
entre los lejanos robles
de los bosques
prefiriendo ser como Orión
iluminado por mil estrellas
en una noche eterna
o quedarme
con el premio de una tarde de amor
entre las piernas de una ninfa
de curvas propicias
y que olvidó ponerte la diadema
o las sandalias
o los dorados adornos
alrededor de tu cintura
esquiva
al abrazo de los hombres.
MAURET – Macarena Russo
La magia era breve
Yo ví
entre paredes forradas
El círculo
En que tu mente fue sacando conclusiones:
La Chinoise de Godard,
Negrita (el corazón me grita),
Un Horacio obsceno pintando en mis jardines,
Dos borrachos jugando a la “ilusión“.
Todo se reduce a un sinónimo mojado
Que imita un nombre propio,
Taladra a rajatabla la esquina donde no nos vimos,
el espiralado silencio de tu calle paralela.
Llegamos tarde al cine,
A la fiesta de tus padres,
A el planeta de los Simios.
A la despedida que no vamos a tener
le anexo una cubetera de excusas
Y un reciclaje de ojos sin lentes
Me la reservo en versión libre de autor,
La modelo
la entiendo a mi antojo
la beso
y le canto discusiones filosóficas
Desde lejos tu avión va espiarme mientras me cambie,
Mientras me duche y me cepille los dientes.
Tus amigos van a desvalijar mi casa
van gritar al norte
todo lo que no te dije.
Los sueños epistolares
Nos duelen en la sien
Como la mesa recién servida
O un colchón de agujas impares-
POESÍA PARA EL SAUCE Y EL RÍO – Santiago Benardini
Sauce mi amigo, sauce llorón.
¿Acaso el río es parte de tus lágrimas?
Sauce querido, sauce de amor.
¿Cuál es el porqué de la raíz
de tus pasiones,
Que inclinas los añares de tu
corteza
Para que tus hojas dormidas,
desmayadas de sed
Besen la frescura del río y
calmen su amor?
Río nocturno, río de hoy.
¿Cuál es el secreto que le
dices al sauce en el murmullo
de tus aguas?
Río salvaje, río de Dios.
¿Cuál es el encanto con el
que hipnotizas al sauce,
Que a pesar de los años se
queda contigo?
Volví a la orilla donde mi
poesía nació,
El sauce no estaba y el río
cambió.
Sauce mi amigo, sauce de
amor.
Sauce querido, sauce llorón.
El amor del río creció al igual
que sus aguas,
Y en su enloquecido encanto
te llevó al final de tus
mañanas.
BORDE – Alicia Arias
Si pudiera volar,
respirar todo el aire de una,
oxigenar mi cuerpo con vos.
Sin pensar que mañana
lloraría como una niña
desconsolada por el abandono.
Tan sólo si pudiera gritar
tu nombre
sin nada nada ni si quiera
una milésima de vacío
y sentir que sigo siendo yo
y el mundo por delante
aún sin detenerse
en este borde
del silencio y el abismo.
Agüita Clara – Clara Rosa Fernadez de Sanchez
Estoy aquí…en la soledad de la noche
a orillas del rumoroso río
mirando…como el tiempo
se lleva la vida, girando en sus remolinos.
Los floridos juncales de la costa
extienden sus raíces descarnadas
mientras la luna gentil amazona
sobre el lomo del río cabalga.
¿Qué será de ti cuando te alejes?
Le pregunté a la agüita clara,
¿Qué será de ti? alma de piedra y arena
¿Qué incierto destino te guarda?
¿Serás pasto de los vientos?
¿Cautiva del mar que te llama?
¿Será gota cristalina de rocío?
¿Nube que en el azul se desgarra?
Y sigue girando el remanso en la arena
Con su misterio de sombras y algas
Las piedras oscuras del río
Son frías estrellas que miran y callan.
Aarón Vicente – Fragmento del libro “Ocho Muertes”
A continuación se presenta un fragmento de la última página, del último capítulo, el cual se llama “La Caída del Silencio”.
“La alegría de la joven era inexplicable, todos estaban al fin muertos, ellos ya no eran nada, era algo tan glorioso para ella. Al fin la paz llegaría, aunque solo faltaba una cosa por hacer.
-Now… you’re Nobody… Like me…-
(Ahora…no eres nadie…como yo)
Dijo Nobody, mientras tomaba algo de sangre del segundo cadáver del cuarto y escribe en el piso aquella hermosa pero fría frase, ya gastada y usada demasiadas veces.
Y así terminó todo, aunque la querida Ruth Johnson no estaba presente para ver su venganza realizada.
Nobody, pudo reír a carcajadas por ella y celebrar con toda la emoción que quedaba dentro de su desafortunada alma, aquella venganza cumplida.
¡Ya todos ellos no eran nada más que cadáveres putrefactos!… Al igual que ella…”
Elías Palacios
Vacila y grita humillante ante tu propia ingenuidad, buscando una felicidad vacía que te espera en ningún lugar. Confuso y sin rumbo alguno, mientras enloqueces y retuerces en tu soledad fría, qué locura tu amargura, qué tristeza que ni veas la verdadera lujuria de un sentimiento verdadero y cálido que produce las cosas más pequeñas, las cosas más simples, negando encontrar la felicidad en minutos perdidos que nunca recuperarás.
Esperas y desesperas mientras ves como pasan las horas más lentas, observas como se vuelven confusas y descabelladas porque cómo las entenderías, si es que se te escapan más rápido de lo que te imaginas y cuando te das cuenta ya no estarán.
Asique actúa ahora y que sea con prisa porque pronto ya no estarán y aunque le des vuelta al reloj de arena ya nunca volverán.
Hace mucho, mucho tiempo – Cintia Gruer
Que no me enfrentaba como anoche a mi propia imagen
Y fue implacable como vos.
Y menos tierna.
Siempre cuesta un poquitito
Empezar a saborear otra vez la soledad.
Pero no importa.
Tengo los ojos bien secos, por si acaso,
Te veo adentrar en el olvido,
Te miro bien para atesorar detalles
Gestos, palabras, caricias
Y comienzo a recordarte.
La culpa es de uno cuando se lastima
No del tiempo, ni de los otros.
Solamente desde uno
¿Te amaré más ahora que ya no te tengo?
¿Te di lo suficiente?
¿Te di, amor, te di? O fue solo un sueño
Retomo palabras, las desgarro, las cuento,
Remonto el silencio de ahora, comparo otro tiempo.
¿Me diste lo suficiente? ¿Me amaste?
¿Te impregné la piel con olor a menta?
Camina despacio, no dejes que te dañen
Y no lastimes. Es la vida la que huye
Entre las manos sin amor, vacía.
Con los ojos más secos aún que antes
Te miro ahogarte en la niebla.
Te veo alejarte dolido y no puedo llorarte.
BURBUJAS DE LAGRIMAS – Diego Romero
Fuimos meses tristes,
de sauces que lloraron
sin pedir ayuda.
Cómplices de lo trágico,
muertos de antemano,
una tela que se pega a la herida.
Angustia del ocaso,
colores que se apagan
lavados por la lluvia.
Aun así dejé mi sangre
en cada verso.
La cultura de la imagen – Adriana Guerrero
Los nuevos medios de comunicación han venido para quedarse. El mundo ha cambiado. Desde inicios del siglo XX esta transformación viene plasmándose definitivamente. Tanto es así, que la sociedad actual se ha comenzado a definir como “de la comunicación”. Quien no sigue el ritmo queda afuera de lo que sucede en el mundo de hoy.
Además, como siempre los grandes factores de poder son los que generan los relatos culturales “sociedad de la información y de la comunicación”. La dimensión tecnológica por la eficacia de los medios representa un logro enorme, pues colocan al hombre en la ubicuidad e instantaneidad. Además, precisamente en la línea de esos relatos que nos penetran y que nos terminan constituyendo, es real que en estas últimas décadas se fue moldeando una nueva cultura, desconocida en todos los milenios de civilización, “la cultura de la imagen”.
La llegada de los medios de comunicación que implican el uso intenso de la imagen, por ejemplo el cine, luego la televisión, mas tarde llevan este proceso a la cima. La imagen triunfa y se vuelve el medio dominante, cambia la cotidianidad, abre nuevos e insospechados ámbitos para los poderes fácticos, para el consumo masivo. La cultura de la imagen que se tejió en unas pocas décadas sin ningún lugar a dudas llegó para quedarse destronando otras formas culturales anteriores, haciendo de esto un resplandor inconmensurable.
La imagen a través de toda la historia siempre estuvo presente como instrumento de comunicación. Desde esta perspectiva, el arte no se lo experimenta como un fenómeno dentro de los límites institucionales que le había fijado la tradición.
Lo que ocurre, es los lugres tradicionalmente asignados a la experiencia estética, la sala de concierto, el teatro, el museo, galería de pinturas, esto se muda actualmente en experiencias cotidianas como el teatro de la calle, fotos que subimos a sitios de internet, comportamientos artísticos. El arte se lo experimenta de una manera inmediata como hecho estético e integral.
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La imagen se relaciona con todas las facetas del ser humano. Pero lo que ha sucedido en las últimas épocas no tiene parangón, la cultura de la imagen tomo una relevancia tal que se constituyó como la principal fuente cultural. Si algo define este momento histórico es la primacía de la imagen sobre todas las otras expresiones culturales.
Hoy en día todo es imagen hasta el espacio privado se transparentiza. También la intimidad quedó relegada a este nuevo patrón de la cultura de la imagen. Importa cada vez más la forma, el “como” se presentan las cosas, como se exhiben.
Hay relaciones capitalistas no lo negaremos, pero todo se juega en la imagen, en la vida transparente. Por otra parte, la cultura de la imagen se ha impuesto en todos los aspectos de la vida posmoderna utilizando códigos en los más diversos ámbitos, en la vida política, así como en el mundo de la moda, en la promoción de productos.
La imagen es fuerte e inmediata. Dice todo en un golpe de vista. No da posibilidades de reflexión. La lectura cansa, se prefiere el significado resumido y fulminante de una imagen sintética. Esta fascina y seduce.
La imagen a la vez trae aparejado otros contrastes como lo son: que se renuncia así al vínculo personal, a la relación dialogada, a la reflexión que necesariamente regresa a uno mismo.
El discurso de la imagen está modificando la forma que tenemos de procesar la realidad. Hoy por hoy la imagen es el nuevo dios. Con esta nueva realidad se va constituyendo la cultura de la imagen “una imagen vale más que mil palabras”.
NERIO LEMA
» No hay nada más útil para impedir el crecimiento personal que hacer siempre lo que se debe o intentar siempre lo que se sabe»
De cómo Gladis Inés Bustamante burló a la muerte – Oscar de la Mano
Existió un tiempo muy largo por donde las visitas de Oscar e Inés discurrieron en plena dicha.
Lo cierto fue que a este tiempo, sería absurdo catalogarlo como espléndido, maravilloso, superlativo, excelente, pero si se lo podría denominar, único, solo y sin otro de su especie.
Ella tuvo una condición que le otorgaba una serenidad absoluta al conocer los finales, a él esto le incrementaba una angustia, por imaginarlos, pero además ella tenía una manera de hacer las cosas, que a él lo ponía en un alto grado de exacerbación y a ella, ni fu ni fa.
El caso era que con el transcurso de los años, Inés realizaba toda las tereas con una capacidad inimitable de velocidad, absolutamente todo tenía que ser rápido y de esto, que suena simple, nació este don, además del otro, más profundo y psíquico.
Con respecto al primero y por fortuna, no fueron muchas las situaciones en donde su vida estuvo en peligro, pero la verdad es que cuando la muerte la rondó, la muerte nunca la pudo alcanzar, es más, Inés alcanzó varias veces a la muerte, la abofeteó y siguió su camino.
El día que Oscar pudo entender esta condición de Inés, aplacó sus broncas y supo que su gran amor viviría por siembre, la felicidad del descubrimiento pareció hacerle estallar el corazón.
Y así fue.
Aquella noche, ya solos, donde mirando al cielo la sidra le pareció extrañamente amarga, el último sorbo cerró la bellísima idea de la perpetuidad de ella, aparecieron como al descuido las coincidencias amontonándose y un sueño profundo y dulce lo abrazó interminable.
Hoy Inés, ya vieja y sin años todavía acelera, alcanza a la muerte, la pasa, gira la cabeza, la acusa, y le saca la lengua.